
Debra se dio vuelta y se congeló al ver a frank levantar su bebida en un sigiloso saludo
Cada vez disfruto más con mis amigas. Me percato de que ya no las llamo sólo para plañir mis penas, sino también para nada de manera especial. Tengo mucha suerte por el hecho de que son amenas y me río mucho con ellas. Lo cierto es que son un encanto.